domingo, 14 de septiembre de 2014

Residencia de estudiantes Baker House

Diseñada para el Instituto Tecnológico de Massachusetts, Alvar Aalto concibió un edificio en el que, pese a que llegó a curvar la fachada para romper la monotonía, las habitaciones muestran un ritmo ininterrumpido. Esta curva le permitió además por un lado alejar las habitaciones de la ruidosa calle principal, y por otro construir diferentes visiones en las que unas ventanas miran río arriba y otras río abajo. Además, para romper aún más con ese ritmo continuo de la cara sur, estableció un núcleo externo de zonas comunes y colocó las escaleras de las habitaciones sobresaliendo del conjunto.

La entrada al edificio se encuentra en la parte posterior, desde la que puedes acceder tanto a las dependencias comunes (en planta baja y en el edificio externo) como a las habitaciones, en el núcleo principal. Diferencia además dos caras en este edificio, la cara sur, empleada para alojar las habitaciones buscando así la máxima iluminación natural y las vistas, y la cara norte en la que se encuentran las comunicaciones, así como unas pequeñas salas de estar en cada planta.

La curvatura de la fachada obliga a que las habitaciones, de entre 1 y 4 ocupantes, se vean obligadas a adaptarse a diferentes formas; la “estandarización flexible” por la cual todas siguen un mismo programa, pero se ven obligadas a modificarse para adaptarse al edificio.

Cobra especial importancia en el proyecto la escalera de las habitaciones, ya que Aalto, en busca de que estas cumpliesen una función de encuentro, concibió una escalera común con las dimensiones necesarias para cumplir este cometido social.